jueves, 1 de agosto de 2013

Una mañana ocupada.

Alma comenzó con un nuevo estímulo: MUSICOTERAPIA. El miércoles, a las 9 de la mañana, puntual, ya estaba en la sala de espera de Siete Sentidos ( Instituto de Neurorehabilitación) esperando a Débora (musicoterapeuta). Por ser la primera sesión, pudimos entrar juntas, en las próximas, va a entrar solita.
Débora, la sentó en un puff y comenzó a hablarle y a cantarle acompañada con la guitarra. Le cantó su canción favorita: "El elefante Trompita", después "El payaso Plin Plin" y Alma escuchó atenta y con los ojos bien abiertos. Después, puso la guitarra a su alcance para que pudiera tocarla y producir sonidos. Enseguida con sus dos manitos comenzó a rozar las cuerdas y a golpear la parte de madera. Mas tarde, llegó el turno de dos sonajeros que les gustaron mucho, tomó uno con cada mano no paró de moverlos.
Débora comentó que fue una sesión muy productiva y que pudo avanzar con Almita sin dificultades, ya que a veces, es necesario ir más despacio, debido a que algunos chicos son muy sensibles a los diferentes sonidos y hay que ir acostumbrándolos de a poco. Estoy segura de que disfrutó mucho de este nuevo espacio, porque se mostró predispuesta, participativa y muy conectada con todo lo que se le proponía.
Pasadas las 9:30 horas, continuamos con ESTIMULACIÓN TEMPRANA, sólo cambiamos de sala, Silvina nos estaba esperando. Los ejercicios estuvieron orientados a incentivar el gateo, a que logre mayor fuerza abdominal para poder incorporarse desde posición acostada a sentada, a poder pararse desde una postura arrodillada, etc. Con Silvina, ya sabemos que los ejercicios en los que tiene que hacer fuerza abdominal, no le gustan demasiado, enseguida empieza a hacer una especie de gruñido, pero casi nunca llega a llorar. Hacer la fuerza necesaria para sentarse desde posición acostada, le cuesta un poco. Silvina, me pidió que cuando en casa, este sentada en el piso, le corrijamos la posición de las piernitas ya que a esta edad debe tenerlas extendidas y no en anillo.
De esta forma, transcurrió una mañana de estimulación completita, que continuó con unos cuantos trámites, uno de ellos presentar el Certificado Único de Discapacidad (que obtuvimos hace unos días), en la obra social, para que Alma tenga cobertura del 100% en las prestaciones médicas. Así es como; papel va, papel viene; halagos, abrazos y upas para Alma; vueltas y más vueltas para lograr estacionar; subidas y bajadas del auto y charla "a discreción", pasó el tiempo. Ya cerca del mediodía, pasamos por una librería y compramos dos cuentos nuevos para la biblioteca de esta beba tan atareada.
En la sala de espera, jugando con mami.

Descubriendo sonidos con la guitarra.



Y ahora...con sonajeros.

Con Débora, mi musicoterapeuta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario