domingo, 5 de enero de 2014

¡Adiós 2013, hola 2014!

         Terminó un año intenso, lleno de aprendizaje y satisfacciones. Nuestra Almita nos enseñó tanto, nos sorprendió tanto. Es una beba risueña, movediza, curiosa, despierta. Nos maneja a todos en la familia, y ella lo sabe, a tal punto que ya se esta poniendo un poco caprichosa.
          Pareciera que pasó tanto tiempo desde aquel día del diagnóstico. Las páginas de un libro, que en un principio eran opacas y tristes, tomaron color y se llenaron de esperanza y de alegría. Alma las coloreó con su risa, con sus balbuceos, con sus ganas de conocer y de aprender, con su amor, con su dulzura.
          No podemos más que agradecer infinitamente a Dios por la hija hermosa y sana que nos dio. Cada control médico superado, cada logro en su desarrollo psicomotor y cognitivo nos llena de felicidad y nos da fuerzas para seguir y para creer en las maravillosas capacidades de nuestra hija.
          Terminó un año en el que hice realidad mi sueño de amamantar, con mis primeros hijos no fue posible  y con Alma, supuestamente la menos indicada para acceder a la lactancia materna (por su hipotonía y bla, bla, bla...), lo logramos!!!! Ya llevamos catorce meses de un vínculo formidable y sin un solo resfrío, ni una línea de fiebre, ni un medicamento.
          A los 13 meses, Alma comenzó a gatear y fue "el acontecimiento". Es hermoso verla moverse con autonomía por todos lados, conociendo, además, todos los beneficios que tiene el gateo a corto y largo plazo. Con 14 meses comenzó a pararse tomándose de los muebles y en los últimos días pudo trepar algunos. ¿Para cuándo la marcha?...este tema no nos preocupa, queremos que gateé, que experimente en el espacio y que cuando se sienta segura y con la necesidad de ponerse de pie, lo haga.
          Con respecto al lenguaje, Alma comenzó con sus balbuceos a los tres o cuatro meses, los famosos "ajos", largos "aaaaaaaaaa" que luego se complementaron con consonantes y se convirtieron en "tatata" o "papapapa". Sigue emitiendo muchos sonidos silábicos, pero aún no habla con
significado, no nombra a personas u objetos con palabras. Estamos a la espera de los primeros "mamá" o "papá", pero sin ansiedades ni apuro, todo va a llegar a su tiempo.
          Para ayudar a Alma a comunicarse, en febrero de este año comenzará con terapia fonoaudiológica. Silvana va a ser su terapeuta y ya nos habló sobre los alcances y los objetivos de su intervención. Lo esencial es lograr que Alma logre comunicarse exitosamente porque la comunicación es la base de todo desarrollo. No hay que asociar a la terapia fonoaudiológica con "el lograr que hable", el lenguaje oral esta al final del camino, antes hay mucho por hacer...
          Una de las cosas que hay que hacer es comenzar a despedirse de la teta. La succión es contraproducente en esta etapa, la lengua al succionar se mantiene baja y para favorecer la deglución de sólidos, en un primer momento y el lenguaje oral después, es necesario que la lengua suba. Cuando le comenté a la fonoaudióloga que Alma suele acumular alimento en el paladar, me dijo que ello se debe a que la lengua no sube lo suficiente para barrer el alimento y conducirlo hacia atrás para ser deglutido.
          Me duele pensar en sacarle la teta a Alma, vamos a sufrir bastante las dos y no se como voy a conformarla cuando la pida. Obviamente tampoco esta permitida la mamadera ni el chupete, sólo
vaso con  o sin sorbete; así que va a ser muy difícil el tema...
          Comenzó un nuevo año que nos va a encontrar como mínimo con tres terapias para nuestra beba: estimulación temprana, musicoterapia y fonoaudiología; con controles médicos pediátricos cada tres meses y controles específicos cuando sean necesarios. En febrero nos toca el control oftalmológico y hematológico.
          Por ahora, nada más que contarles, sólo desearles que tengan un "MUY FELIZ AÑO" y agradecerles por tomarse un tiempito para seguir la historia de vida de Alma. :)