miércoles, 16 de marzo de 2016

Avances

          Alma tiene 3 años y 4 meses. Comenzó su segundo año de jardín de infantes y su adaptación fue brillante, igual que el año anterior. Después de un verano de entrenamiento, logró dejar los pañales. Dicho entrenamiento consistió en sacárselos y dejar que riegue y fertilice la casa entera. De a poco tomó conciencia de que se mojaba o ensuciaba. Con cuentos de por medio y concurridos festejos en el baño logramos menos cambios de ropa en el día. Al jardín fue desde el primer día, sin pañal. La seño predispuesta trabajó en conjunto, insistiéndole para ir al baño y cambiándola en caso de "accidentes". Las cosas van tan bien, que hasta varias noches las pasó sin pañal.
          El lenguaje oral mejoró mucho durante las vacaciones, su vocabulario se amplió y muchas palabras las dice clarísimas. Arma oraciones de dos palabras y a veces logra conectar tres.  También hace largos discursos repletos de gestos y ademanes, de los cuales no se entiende nada pero se puede apreciar que es una fiel imitación de su mamá charlatana.
          Su motricidad gruesa supera todas las expectativas: trepa, sube, baja, corre (medio destartalada). Lo único que todavía le cuesta es saltar, pero va por buen camino. Su motricidad fina siempre llamó nuestra atención, la forma de tomar objetos minúsculos o de roscar tapas o de encajar. Es delicada y precisa. Esta es una de las razones por la que supusimos que la visión de Alma era muy buena, pero nos equivocamos. Luego de varias consultas al oftalmólogo, logramos que se dejara medir la vista y el resultado fue astigmatismo bastante elevado e hipermetropía. Le recetaron lentes y cuesta muchooooo que los use.
          Alma disfruta de todo, no tiene miedo a nada, pero no deja de ser cuidadosa. La pileta, una plaza, el mar, un pelotero, todo llama su atención y la invita a jugar y divertirse. Le encanta compartir con otros chicos, de su edad o mas grandes, eso no importa para ella. Los toboganes más altos no la asustan, ni las olas más fuertes. Todas son experiencias que capitaliza y que contribuyen a que aprenda cada vez más y mejor. Quiere hacer todo sola, con su poderoso "yo, yo, yo" no nos deja otra alternativa que dejarla hacer o aguantar sus alaridos...Les conté que es una escorpiana terca y caprichosa?
          Le encantan las películas y las mira de principio a fin. Ir al cine le fascina y al teatro también.
En síntesis, hace tanto o  más que cualquier chico de su edad. Por eso,  tenemos que dejar de hablar de limitaciones, para hablar de posibilidades. Infinitas, sin horizonte, siempre avanzando. Con amor, con simpleza, sin sobrecargas y con los recursos inagotables de aprendizaje que nos regala la vida misma.